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January 30, 2019 By fundacionaedi Leave a Comment

La separación por sexo en los deportes en la sociedad del patriarcado

Es importante centrar la atención histórica de la mujer en el deporte, considerando la imagen deportiva que fue rescatada, por Pierre de Coubertin desde la antigua Grecia y las Olimpiadas. Punto neurálgico, donde surge el Movimiento Olímpico y la posterior representación de los diversos deportes.   

El deporte en la antigua Grecia se refleja principalmente en dos culturas; la cultura Ateniense y la cultura Espartana. Esta última se diferenció significativamente, pues la mujer tomó protagonismo y participación en el deporte o la actividad física, sin embargo, con un fin de salud reproductiva y de supervivencia. Por otro lado,  para la mujer Ateniense, era suficiente ejercicio físico realizar las labores del hogar, las tareas domesticas. Las Olimpiadas en el mundo Ateniense era de exclusividad para los hombres libres y pudientes, las mujeres no podían asistir de espectadoras ni mucho menos participar haciendo deporte (García, 2016).

Esto refleja claramente el rol de la mujer en la sociedad de la antigüedad, y asimismo cómo este rol es representado y reafirmado socialmente a través del deporte o la práctica de actividad física.   

La relación, es que después de unos cuantos siglos renace el Movimiento Olímpico en el mundo de Pierre de Coubertin, en el contexto de la Inglaterra Victoriana. Una sociedad conservadora que obligaba a la mujer a permanecer delicada, frágil, elegante, dependiente y sumisa. Cualidades antagónicas de los valores que pretendía desarrollar Pierre de Coubertin a través del deporte; la virilidad,  la hombría, el coraje, el carácter, etc. Esta idea contribuyó a mantener a la mujer alejada del deporte e incluso convencerla de su incompetencia para  realizar tales prácticas (Cardona, 2015). 

deportes patriarcado
deportes patriarcado

De este modo, el padre de los Juegos Olímpicos Modernos perpetuó una idea misógina de menosprecio y discriminación femenina en los deportes y sobre estas bases ideológicas inició lo que conocemos hoy como Movimiento Olímpico (Ferrer, 2012).    

Las bases ideologicas del Olimpismo “Moderno” son sexistas y no contribuyen al respeto y equidad entre hombres y mujeres. El deporte como tal, perpetua una vision de división y de discriminación sexual, donde deja a la mujer ideologicamente como un ser inferior al hombre. 

 El cuerpo de la mujer en el deporte o la actividad física, se reduce a un cuerpo construido desde las necesidades masculinas, es decir, a un cuerpo femenino estéticamente bello y delgado. Por otro lado la actividad deportiva reduce a la mujer a un estado de docilidad y pasividad, de lo contario cuando la mujer demuestra a través de la práctica deportiva violencia y agresividad es rechazada socialmente por los hombres y las mujeres, por no demostrar su “feminidad”, una femineidad construida en la sociedad patriarcal que desea mantener a una mujer dócil,  sumisa y pasiva. 

Por otro lado, si bien actualmente, se permite la participación femenina a nivel deportivo, es importante centrar la mirada sobre el hecho, que esta participación es separa por sexo.  Para Leong (2018) las normas deportivas simplemente aclaran el hecho que la naturaleza física de la mujer es inferior a la del hombre y por esta razón se le niega la posibilidad de jugar con un hombre. Sin darle la chance de poder desarrollarse junto a su par, asumiendo arbitrariamente que es inferior y que jamás llegará a ser tan “hábil” y “fuerte” como su par masculino. Según Gil- Madrona, Valdivia- Moral, González-Víllora y Zagalaz-Sánchez (2017) la inferioridad de las mujeres en habilidades deportivas está asociada, a su falta de experiencias motrices, de este modo, si a las niñas se les priva de desarrollar sus capacidades motrices, bajo un modelo que ser activo y ágil es una cosa de hombres, difícilmente la niña podrá desarrollarse físicamente activa como su par hombre. La separación de acuerdo con el sexo y no con el mérito deportivo les niega a las jugadoras el acceso a oportunidades deportivas más altas. La segregación impuesta en el deporte proporciona “una justificación aparente para la jerarquía de las asignaciones sociales y las posiciones de género en el mundo deportivo y social contemporáneo”. Siendo este problema más prominente en el fútbol (Davis, Edwards y Forbes, 2019). 

Cabe pensar que por la justificación que entrega, la norma deportiva de separar por sexo a raíz de que el hombre es más potente físicamente y que puede dañar o lesionar a la mujer en el juego. Se expresa porque esta “potencia corporal” tiene un grado de violencia y agresividad que el hombre, no está dispuesto a controlar o a reducir para jugar con su par femenino.

 De este modo, por ejemplo el fútbol masculinizado refleja un sistema de valores donde predomina principalmente la violencia y la agresividad; insultar, amenazar, desafiar, criticar, pegar, empujar o escupir, entre otras acciones (Myskiw, Py Mariante y Stigger, 2015 ; Sáenz et al., 2015). 

Este deporte configura la identidad de género y bosqueja el perfil violento masculino, es decir, la violencia en el deporte ayuda a construir la identidad masculina bajo un concepto de estereotipo masculino (Martin y García, 2011). Fundamentado en el idea de que ser “hombre” es sinónimo de habilidades como la fuerza y la agresión (Pavlidis y Fullagar, 2016 citado en Nogueria et al.,2017).  

 Las ideas misóginas impiden categorizar a las personas que practican deporte, por sus capacidades y habilidades en el juego. Simplemente dan por hecho que el deporte de segunda categoría e inferior es el deporte practicado por mujeres. Discriminando y limitando las posibilidades de desarrollo para las personas.       

Fuentes 

Cardona, J. (2015). Cánones de belleza: la alineación femenina . Teoria de Género , 26-30 .

Davis, P., Edwards, L., & Forbes, A. (2019). Separate but equals? A Philosophical Evaluation of mixed-sex football in England. Fair play; Revista de Filosofía, Ética y Derecho del Deporte , 12, 79-90.

Ferrer Torres, A. (2012). Análisis de la reforma de Tomas Arnold a travéz del concepto de función moralizadora de Hernández ÁlvareZ J.L. (1996): El deporte moderno y la Génesis del Movimiento Olimpico. Citius, Altius, Fortius , 5 (1), 119-130.

Garcia, F. (2016). Educación física femenina en la Grecia arcaica y clásica: una comparación entre Esparta, Atenas y las ciudades ideales. Italian Journal of Sports Pedagogy , 83-97.

Gil-Madrona, P., Valdivia-Moral, P., González-Víllora, S., & Zagalaz-Sánchez, M. L. (2017). Percepciones y comportamientos de discriminación sexual en la práctica de ejercicio físico entre los hombres y mujeres preadolescentes en el tiempo de ocio. Revista de Psicologia Del Deporte, 26(2), 81–86.

Leong, N. (2018 ). Against Women’s Sports. 95 Wash. U. L. , 1251-1290.

Martín, A., & García, A. (2011). Construyendo la masculinidad: fútbol, violencia e identidad. RIPS , 10 (2), 73-95.

Myskiw, M., Py Mariante, F., & Stigge, M. (2015). Jugando con la violencia en el deporte de ocio: Notas etnográficas sobre el chaval y el pillo del barrio. Movimiento: Porto Alegre , 21 (4), 889-902.

Nogueira, A., Molinero, O., Salguero, A., Lucidi, F., & Márquez, S. (2017). Identification of gender discrimination in sports: Training of agents of change . Journal of Sport Psychology , 43-49.

Sáez, A., Gimeno, F., Gutiérrez, H., Lacambra, D., Arroyo del Bosque, R., & Marcén, C. (2014). Evaluación de la violencia y deportividad en el deporte: un análisis bibliométrico. Cuadernos de Psicología del Deporte , 15 (1), 211-222.

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January 30, 2019 By fundacionaedi Leave a Comment

Hombres aprenden fútbol y las mujeres gimnasia rítmica

Probablemente, las divisiones de género a nivel deportivo, es decir, deportes específicos para hombres y mujeres y separación por género en los deportes de contacto, son prácticas comunes y que son normalizadas. 

Sin embargo, estas prácticas reafirman estereotipos de género que reproducen divisiones a nivel social y que se expresan con actitudes de intolerancia y violencia de género  

gimnasia ritmica
gimnasia ritmica

Particularmente yo, junto a toda mi generación de profesorado físico, en la universidad fuimos víctimas de esta segregación. Pues las educadoras fuimos marginadas de aprender el deporte fútbol y los educadores de aprender la gimnasia rítmica. Del mismo modo, durante el aprendizaje de deportes colectivos de contacto, fuimos separados por género. 

La formación de los futuros educadores y educadoras del área física, refleja el patrón de conducta que se expresará a nivel educativo y esto es muy grave, pues demuestra la falta de educación deportiva con perspectiva de equidad de género.   

futbol
futbol

No podemos seguir reproduciendo estereotipos de género en el deporte, en donde el hombre debe expresar rudeza y agresividad por ser una “cualidad propia” de su género por medio del fútbol u otros deportes de contacto. Del mismo modo, las mujeres; la sutileza, belleza, flexibilidad, estética y sensibilidad por medio de la gimnasia rítmica (Gil-Madrona, Valdivia-Moral, González-Víllora y Zagalaz-Sánchez, 2017; Ellemers, 2018). Es importante que como sociedad podamos desarrollar las mismas habilidades y cualidades tanto hombres como mujeres, porque simplemente son características que nos definen como seres humanos.

Es importante respetar nuestra diversidad en conjunto, en el campo de juego como en nuestra vida en sociedad.   

Fuentes 

Ellemers, N. (2018). Gender Stereotypes. Ssrn. https://doi.org/10.1146/annurev-psych-122216-011719

Gil-Madrona, P., Valdivia-Moral, P., González-Víllora, S., & Zagalaz-Sánchez, M. L. (2017). Percepciones y comportamientos de discriminación sexual en la práctica de ejercicio físico entre los hombres y mujeres preadolescentes en el tiempo de ocio. Revista de Psicologia Del Deporte, 26(2), 81–86.

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January 30, 2019 By fundacionaedi Leave a Comment

Capacidades deportivas y participación conjunta entre las personas

Nuestro propósito es generar programas deportivos desde una mirada inclusiva donde predomine la formación de valores morales, para una convivencia social en respeto por la diversidad. 

Por otro lado es importante destacar que los  programas deportivos fundamentos en valores inclusivos, democráticos y de equidad han facilitado la participación conjunta de niños y niñas (García- Calvo., 2012; Ruiz et al., 2015; Orts, Gandia y De Miguel, 2016; Carter-Thuillier et al., 2017; Rodríguez y Miraflores, 2018) generando principios de equidad de género y de respeto por las diferencias y capacidades físicas entre hombres y mujeres. No obstante en la realidad social y educativa las prácticas físico-deportivas son separadas por género.

Esta realidad es preocupante, las diferencias de género, la intolerancia a la diversidad, los casos de violencia y discriminación a los géneros, nos dividen socialmente y polarizan. 

Las practicas físico- deportiva convencionales justifican y fomentan un modelo social segregado, que como sociedad no deseamos. Para Nancy Leons (2018) la injustificada separación por sexos en los deportes perjudica tanto a hombres como a mujeres, pues tal suposición impone estereotipos y conceptos erróneos sobre las habilidades físicas de los sexos, limitando las oportunidades de desarrollo físico y formación deportiva para personas de todos los sexos y géneros.  

La actividad física y deportiva actualmente reafirma un modelo de inferioridad femenina (Granda, Alemany y Aguilar, 2018). Estas ideologías dificultan una participación conjunta, pues el hombre se refleja en supremacía física y de este modo no puede confrontarse, ni equilibrar potencial, con su par, que ve ideológicamente como un ser físicamente “débil y frágil”. 

Como sociedad no podemos permitir que se sigan reproduciendo estas prácticas. Tanto hombres como mujeres deben confrontarse por medio del juego y del deporte, en armonía y respeto, equilibrando sus capacidades y oportunidades deportivas.  

Fuentes 

Carter-Thuillier, B., Peréz, D., López, V., Mojas, R., Manrique, J. C., & Gallardo, F. (2017). Impacto social y educativo de un programa integral de deporte escolar basado en el modelo comprensivo de enseñanza. Dilemas Contemporáneos: Educación, Política y Valores , 1-20.

García- Calvo, T., Sánchez- Oliva, D., Sánchez- Miguel, P., Leo, F., & Amado, D. (2012). Escuela del deporte: valoración de una campaña para la promoción de valores. Motricidad. European Journal of Human Movement , 28, 67-81.

Granda, J., Alemany, I., & Aguilar, N. (2018). Género y relación con la práctica de la actividad física y el deporte. Apunts. Educación Física y Deportes (132 ), 123-141. DOI: http://dx.doi.org/10.5672/apunts.2014-0983.es.(2018/2).132.09 

Leong, N. (2018 ). Against Women’s Sports. 95 Wash. U. L. , 1251-1290.

 Rodríguez Rodríguez, L., & Miraflores Gómez, E. (2018). Propuesta de igualdad de género en Educación Física: adaptaciones de las normas en fútbol. (Spanish). A Gender Equality Proposal in Physical Education: Adaptations of Football Rules., 2041(33), 293. https://doi.org/10.1006/bijl.1997.0165 

Orts, F., Gandía, J., & De Miguel, K. (2016). Promover el caracter educativo en el deporte escolar, estrategias combinadas de evaluación de la conducta deportiva y el juego limpio en los juegos deportivos Municipales de Valencia. Revista Española de Educación Fisica y Deportes (414), 111-140.

Ruiz, J. V., Ponce, A., Sanz, E., & Valdemoros, M. A. (2015). La educación en valores desde el deporte: investigación sobre la aplicación de un programa integral en deportes de equipo. Retos (28), 270-275.


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